No es un alojamiento pensado para familias ni para gente a partir de 30 años, sólo quieren adolescentes con ganas de liarla... El trato recibido por los trabajadores del hotel es pésimo, nos hemos sentido rechazados, ni siquiera un buenos días al entrar, no han solucionado ninguno de los problemas que hemos tenido (teléfono sin cable en la habitación, ventilador roto, puerta de la terraza que no cierra, olor horrible a sudor en las habitaciones, no reponen el jabón del baño) no hemos podido dormir bien ninguna noche ya q los huéspedes de entre 15/23 años se dedican a correr, gritar, golpear puertas por todos los pasillos hasta altas horas de la madrugada, pedimos un cambio de habitación y se rieron de nosotros en recepción y cuando digo rieron es literal. Eso es un trato para unos huéspedes???? Intentamos hablar con la gerencia y fue imposible, ya que no coincidíamos en horarios y los trabajadores nos daban largas. Durante la noche cuando teníamos que bajar a recepción ya q nuestro teléfono no funcionaba.... No encontrábamos al personal y siempre estaban en el bar o fumando. De verdad que creo que no es personal cualificado ni formado y no se entiende. La comida es pésima y repetitiva, por poner un ejemplo en toda la semana únicamente de fruta pusieron sandía. Podría enumerar mil cosas que me han parecido una vergüenza y diremos que hemos sentido racismo por el simple hecho de ser españoles. NO ESTOY EXAGERANDO. Muy descontentos y muy tristes. Y de que sirve todo ésto??? De nada. Esto es algo que no hemos vivido nunca en ningún país de los que hemos tenido la suerte de viajar y disfrutar.