El hotel está ubicado en la misma ría muy cerca tanto de la zona nueva (justo en frente) como del casco viejo (15 mins andando). El hotel está en un subsuelo (es decir hay que bajar unas escaleras desde pie de calle para acceder). A nosotros nos dieron una habitación en primera planta, que significaba estar a pie de calle con las consecuencia que ello conlleva malos olores tanto en el acceso al hotel como en el baño de la habitación; y debido a la falta de insonorización oíamos cada vez que alguien usaba el agua corriente como la ducha o el váter (independientemente de la planta que lo usara, parece ser que en nuestra habitación, 103, se encontraba la subida bajada de aguas). Además, oíamos TODO lo que ocurría en el exterior, y cuando digo todo es todo. El primer día incluso pensabamos que nos habíamos dejado la ventana abierta porque oíamos con tanta nitidez las conversaciones del exterior que nos quedamos helados. La habitación era muy amplia y cómoda. Los colchones eran muy cómodos aunque las almohadas tenían poco grosor (ahí ya depende de cada uno). Es resumen, un poco caro porque aunque la habitación era cómoda, no conseguimos pegar ojo ninguna de las dos noches que estuvimos alli: siempre hay alquien que pasa por la calle, el autobús de línea, el de arriba que va al baño, el de un lado se lava las manos etc. El hotel está ubicado en la misma ría muy cerca tanto de la zona nueva (justo en frente) como del casco viejo (15 mins andando). El hotel está en un subsuelo (es decir hay que bajar unas escaleras desde pie de calle para acceder). A nosotros nos dieron una habitación en primera planta, que significaba estar a pie de calle con las consecuencia que ello conlleva malos olores tanto en el acceso al hotel como en el baño de la habitación; y debido a la falta de insonorización oíamos cada vez que alguien usaba el agua corriente como la ducha o el váter (independientemente de la planta que lo usara, parece ser que en nuestra habitación, 103, se encontraba la subida bajada de aguas). Además, oíamos TODO lo que ocurría en el exterior, y cuando digo todo es todo. El primer día incluso pensabamos que nos habíamos dejado la ventana abierta porque oíamos con tanta nitidez las conversaciones del exterior que nos quedamos helados. La habitación era muy amplia y cómoda. Los colchones eran muy cómodos aunque las almohadas tenían poco grosor (ahí ya depende de cada uno). Es resumen, un poco caro porque aunque la habitación era cómoda, no conseguimos pegar ojo ninguna de las dos noches que estuvimos alli: siempre hay alquien que pasa por la calle, el autobús de línea, el de arriba que va al baño, el de un lado se lava las manos etc.

Eramos dos adultos y un niño de 7 años: la habitación estaba muy bien de tamaña pero, aunque exterior, daba a una altura de un primer piso bajo. Muy buena situación. Personal muy amable.

La calefacció de la habitació quasi no funcionaba,Feia fret a Bilbao. Al matí vam trucar a la recepció, explicant el fet y demanan un calefactor per la dutxa, ens va dir el recepcionista que no ni havia. Vam passar fret, ja conexiem l Hotel i per tant van repetir.

Baja calidad de las camas y sobre todo de las almohadas.

La potencia de salida del agua de la ducha (muy flojita). En lugar del servicio de mini-bar de las habitaciones, hay máquinas de vending en las plantas 2-4-6-8, pero los precios de las bebidas son caros (un agua 33cl. 1'60 Euros). Estuvimos hospedados durante 3 días en este hotel, en dos habitaciones del tipo doble superior exterior. Totalmente recomendable reservar las habitaciones exteriores. Son amplias, luminosas y están totalmente renovadas. El hotel está situado en una zona fantástica (frente a la ría, cerca del puente de Calatrava). Aunque las habitaciones exteriores no dan a la fachada principal del hotel (ocupada por viviendas), es casi preferible ya que de esta manera se evita el ruido del tráfico en la vía principal. Puedes ir caminando hasta el museo Guggenheim y hacia el casco viejo (en apenas 12 min). Habitaciones reservadas: 402-403

La descarga del agua de las cisternas de los WC, son ruidosas Zona muy tranquila, pero a un paseo agradable de todo lo que interesa visitar en Bilbao.La habitación con balcón y vistas a la ria. Muy cerca del Guguenheim

Hotel muy bien ubicado. Instalaciones modernas y confortables. trato amable del personal. muy satisfechos. Recomendaríamos sin dudar a amistades y conocidos.

La cafetería del hotel la cerraron alas 10! E íbamos a desayunar y nos fue imposible Está muy bien situado, bien insonorizado, y la relación calidad-precio creo que es muy buena.

Instalaciones en perfectas condiciones. Ningún ruido. Personal del hotel más que agradable y servicial: un 10. Buffet (desayuno) abundante y variado y ¡¡¡¡hasta las 11 de la mañana!!!!. TOTALMENTE RECOMENDABLE

La información en la web del hotel es un , no indica que forma parte de un edificio en que la parte exterior son viviendas particulares y las habitaciones son interiores, cuya ventana da al patio de luces de la comunidad, con lo que implica de ruidos y malos olores.Considero una que no se informe, ni en la web, ni en el hotel, ni por fotografias que no induzcan a .Para no volver ni recomendar.

muy bien calidad precio.

la habitación era un poco pequeña y las vistas al patio interior, pero estaba muy limpia y ordenada. el personal era muy amable

las habitaciones son un poco pequeñas bien situado y limpio

ninguna Muy bien situado

El hotel está muy bien situado, a 10 minutos paseando del Guggenheim, y del centro. Las habitaciones están totalmente reformadas y son muy acogedoras. El personal muy agradable y servicial. Sin duda, volveré a este hotel en caso de viajar de nuevo a Bilbao.

buena situacion

Colchón demasiado blando Muy buena situación

Visita al museo Guggenheim y está también cerca de la zona de copas para quien quiera salir por la noche. La habitación reservada tenía ventana pero sólo se podía abrir como oscilobatiente. Daba a un pequeño pequeño patio, con lo cual no teníamos vistas de la calle y además producía una sesación un tanto claustrofóbica. Bien es verdad que en la página web aparece este tipo de habitación como interior. A pesar de ser un hotel de tres estrellas, el aspecto de la habitación podría corresponderse con uno de cuatro perfectamente. La limpieza es impecable así como el trato del recepcionista. La ubicación es otro dato positivo a tener en cuenta.

el barrio lo mejor, zona de poteo y para comer bocadillos, hamburguesas (deliciosas) y platos combinados o menu en el mandobide, en la plaza del funicular genial! se saltaba la luz de la habitacion por la noche habitaciones amplias, limpias y muy comodas. muy céntrico en una zona muy segura

Puedes ir tanto al Guggenheim como al casco antiguo en pocos minutos a pie. Tambien se puede coger el tranvia muy cerca para llegar a la central de autobuses. Vistas habitacion a un patio interior Ubicacion

El hotel está muy bien situado, en frente de la ría y a escasos diez minutos andando del casco viejo y del museo Guggenheim. Tiene cerca también la parada de metro, la de tranvía y la del autobús para ir al aeropuerto. La habitación que nos tocó, daba a un patio interior bastante deteriorado y feo. El hotel en general está bastante bién. Opino que lo mas positivo del hotel fue su limpieza y el personal.

Buena situación

tanto cerca como lejos...pasear y comer pinchos lo unico negativo es que las paredes parecen de papel,, y se escucha mucho ruido. por otro lado os recomiendo que pidais vista al exterior,,da a la ria,, a mi me toco a un patio interior pq pedi para fumadores...ya sabeis si fumais decid que no y que la kereis ke de al exterior. la situacion es muy buena, esta cerca de todo, y se puede ver todo paseando. tras mucho buscar la relacion calidad precio es aceptable..en general todo muy bien..sobre todo la localizacion que supongo es lo que mucho buscais.

Hotel normalito pero a 15 minutos de todo.

se oye absolutamente todo de la puerta para fuera como si estubiera pasando dentro de tu propia habitación cada vez q habrian una puerta nos asustabamos pensando que era la nuestra. El hotel esta relativamente cerca de todo, es muy acojedor, limpio, el personal es muy atento y agradable

Ideal para visitar el Guggenheim y pasear tranquilamente por la ciudad. Se puede ir a pie a casi cualquier sitio. Se oyen demasiado los ruidos de las cañerías de los baños de las habitaciones vecinas. Relación calidad precio correcta. Situación ideal, entre el Guggenheim y el casco viejo, justo enfrente de la ría.

Una estancia agradable y con un buen servicio de atención al cliente. El desayuno rico, pero a mi juicio, con no mucha variedad y poca cantidad.