Un recepcionista en particular súper borde, no es nada profesional, se pone a la altura del cliente y es como que aunque tenga la razón no explica las cosas con las maneras adecuadas. Lo siento pero era súper antipático.

Alojamiento en un hotel bonito, que tiene unas piscinas termales interesantes, y hasta ahí llegamos con lo bueno. La habitación estaba bien, pero el colchón era muy blando, demasiado, t hundias,se notaba que era viejo (viscolatex) pedí cambiarlo, y no me dieron la posibilidad. Ir a un balneario y no descansar bien por el colchón es un pecado. El restaurante era excesivamente lento en su servicio, les falta personal, en el desayuno algo que tenían ya preparado, tardaban en traerlo una eternidad, la comida parecía de un menú barato del día de la calle con un precio algo subido para lo que daban. El spa, bastante básico, tres piscinas pequeñas, que sólo una valía la pena, las otras dos como que eran lo mismo con solo dos chorros cervicales en una y otra con solo uno, y nada más.. La verdad hotel con precios pretenciosos que no se corresponden con lo que ofrecen.

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