-El mobiliario, sobre todo tapizados, necesitan de una reforma. Me he traído una lumbociática de "recuerdo" por los colchones. -Diariamente había que pedir (literalmente) gel y champú ya que no lo ponían, al final optamos por comprarlo nosotros. En el Hotel Playamarina, donde estuvimos al año pasado, no había este problema. -Escasez de personal de limpieza, una habitación de hotel no se puede quedar sin hacer, nos ha ocurrido. Además, evidente escasa formación de una parte del personal de hostelería (puesta de manifiesto por algunos huéspedes), yo le decía a mi esposa que la frase del hotel sería "pide lo que quieras que te serviremos lo que nos apetezca", y realmente era así, sobre todo en temas de coctelería, como anécdota, una noche mi hija pidió un cóctel llamado "Digimón" (de hecho, se lo señaló ella a la camarera en la carta de bebidas del bar) y le trajeron un "zumo de limón". -Trato discriminatorio hacia los clientes: si esta prohibido sacar alimentos del buffet (perfectamente anunciado en el mismo y con lo que estoy totalmente de acuerdo), lo está para todos los huéspedes, y no para unos si y para algunos (por cuestiones de amistad evidente) no. Todos somos huéspedes y lo he visto personalmente. Esto como un simple ejemplo. - El personal del hotel carece de autoridad, a excepción del Sr. Jefe de Recepción y lo he visto personalmente, el único que ponía al huésped en su lugar, con toda educación, pero en su lugar. De este modo, gente usando el pasamanos metálico de acceso y salida de la piscina como red improvisada para jugar, a cualquier hora del día y diariamente, con las consiguientes molestias hacia el resto de usuarios (algunos de movilidad reducida) y algún que otro pelotazo a las personas de las tumbonas, todo ante la mirada y pasividad del socorrista, a pesar de las quejas. Tumbonas reservadas desde primeras horas de la mañana (antes de las 08.00 h,) y eran ocupadas, incluso, después de las 11.00 h. Incumplimiento notorio y evidente de las normas de uso de la piscina y toboganes, que estaban expuestas, ante la mirada del socorrista y llamada de atención de algunos huéspedes, vi la caída de un adulto sobre un niño de unos 7-8 años en la piscina, junto al tobogán descubierto y al socorrista; y tener que lanzarse al agua su padre a por él, éste salió llorando, dolorido en la espalda, etc. Afortunadamente todo quedó en un susto,pero las quejas de su padre eran más que justificadas. La situación no cambió en nada tras esto. Oí a dos señoras, de unos 50 años y el día antes de salir nosotros del hotel, decir: en este hotel cada uno hace lo que quiere, gente jugando a la pelota en la piscina o dentro del hotel, niños pequeños en los jacuzzis, estando los toboganes cerrados siguen usándolos, etc. en el hotel de playa canela que estuvimos el año pasado el socorrista no dejaba pasar nada. Nosotros nos alojamos en el Hotel PlayaMarina (Isla Canela-Huelva) y el socorrista era estricto, como debe ser y para prevenir. Por lo que se demuestra que no soy el único que percibía esta situación. Estando una tarde intentando ver el correo electrónico en la recepción-hall del hotel, unos adolescente me dieron un zapatazo a la altura del hombre izquierdo, se estaban divirtiendo lanzándose las zapatillas unos a otros en esta zona del hotel, al llamarles la atención se enfrentaron a mí, terminé por irme de allí por vergüenza. Eran los mismos que ya habían sido recriminados por otras personas por jugar, lanzarse al agua y, en general, molestar a los usuarios de las instalaciones cubiertas, yo estaba con mi hija en la piscina cubierta y tuvimos que irnos, como otros usuarios. Esto que he narrado ha sido lo observado, como ejemplo y quedarán cosas en el "tintero", durante nuestra estancia. En todos lo hoteles hay incidentes, y son muchos los visitados, pero como en este hotel no. Su localización e instalaciones (al aire libre y cubiertas).