Probablemente sea de los peores hoteles en los que me he alojado últimamente. Lo único que se salva es su personal, amable y atento en todo momento, tanto en recepción como en restaurantes. Por lo demás, las zonas comunes estaban bien cuidadas y la piscina tb, aunque la ausencia de vigilantes la hacían muy insegura porque las personas que se alojaban desconocían el significado de civismo y actuaban como salvajes lanzándose al agua sin miramiento con niños y personas mayores. Hasta aquí lo positivo, lo demas, negativo. Las habitaciones no sólo necesitan reforma, yo diría que necesitan restauración. Hace muchos años que lo veía una llave para acceso a los apartamentos. Madera podrida en las puertas, mala pintura. Cocina sucia y con pocos útiles, la terraza sucia... En fin, un despropósito. No había servicio de limpieza, a menos que se pague aparte x ello a partir del tercer día. En el baño, los productos de higiene de limitan a dos botecitos minúsculos para 4 personas y dos noches. Obviamente, ya lo habíamos leído en otros comentarios y llevamos los nuestros. Sintiendolo mucho por el personal, ni lo recomiendo ni repetiría.